domingo, 15 de abril de 2012

Luchad por la felicidad


Luchad por la felicidad


Como lucharon por el pan los hombres mediocres
y recordad que el Amor es la semilla y el fruto del gozo.

DONDE TODO ES MÚSICA - Rumi

¡No te preocupes por conservar estas canciones!
Y si se rompe alguno de nuestros instrumentos,
no importa.
Hemos ido a parar al lugar
donde todo es música.

Ven al huerto en primavera.
 Hay luz, y hay vino, y hay enamorados.
Si no vienes, todo eso no importa.
Si vienes, todo eso no importa.

 ****

 Jalal al-Din Rumi

CUENTOS ZAPATISTAS - LA HISTORIA DEL ARCOÍRIS

 
 
CUENTOS ZAPATISTAS - LA HISTORIA DEL ARCOÍRIS
La historia del arcoíris
Estaba ya la tarde por dejar de serlo. Había ese gris brillante que anuncia también la madrugada. El Viejo Antonio terminó de acomodar dos costales de café pergamino y...
se fue a sentar a mi lado. Yo esperaba la llegada de un enlace que me ayudaría a cruzar por un poblado en el que no había compañeros. El cruce debía de ser de noche. Amanecía enero y amanecía 1986. Tiempos de esconderse todavía, de ocultarnos de aquellos de los que seríamos parte luego. Yo miraba hacia occidente y, emboscado detrás del humo de la pipa, trataba de soñar una mañana diferente.

El Viejo Antonio se quedó silencio y apenas si hizo el ruido necesario para forjarse con doblador uno de esos cigarrillos que anunciaban humo e historias. Pero el Viejo Antonio no habló. Quedó mirando adonde yo miraba y esperó, paciente, a que yo hablara:­¿Hasta cuándo estaremos escondiéndonos de nuestra gente? ­dije mientras la última bocanada de humo se escapaba por la cazuela de la pipa.

El Viejo Antonio carraspeó y se decidió por fin a encender el cigarro y la palabra. Despacito, como quien se alivia la esperanza, el Viejo Antonio realumbró la tarde con…

LA HISTORIA DE LOS 7 ARCOIRIS

UBUNTU - "Yo soy porque nosotros somos!"



Un antropólogo que estudiaba los hábitos y costumbres de una tribu en África, y porque él siempre estaba rodeado de niños de la tribu, decidió hacer algo divertido entre ellos; consiguieron una buena cantidad de caramelos en la ciudad y los pusieron a todos en una canasta decorada con cinta y otros adornos, y luego dejaron la canasta debajo de un árbol.

Luego llamó a los niños y propuso un juego: que cuando él dijese "ahora", ellos deberían correr hasta aquel árbol y el primero que llegase a la canasta sería el ganador, y tendría derecho a comerse todos los caramelos él solo.

Los niños fueron colocados en fila, esperando la señal acordada.

Cuando dijo "¡Ahora!" Inmediatamente todos los niños se tomaron de las manos y salieron corriendo juntos hacia la canasta. Llegaron juntos, y comenzaron a dividir los caramelos, y sentados en el suelo, los comieron felices.

El antropólogo fue a su encuentro y les preguntó indignado por qué habían ido todos juntos, si sólo uno pudo haber tenido toda la canasta.

Entonces, los niños respondieron: UBUNTU!!! Cómo uno de nosotros podría ser feliz si todos los otros estuviesen tristes?

UBUNTU - "Yo soy porque nosotros somos!"